viernes, 20 de enero de 2023

8.4. El desarrollo de la conciencia moral

 Todos los animales tienen consciencia, pero el animal humano ha desarrollado una facultad que no se encuentra en ninguna otra especie animal (al menos, al nivel en que se encuentra en la humana): la conciencia moral. … La conciencia moral es la consciencia del bien y del mal; (en general, los animales son conscientes de lo que hacen, pero solo el animal humano es consciente, además, de que algunas de las cosas que hace son moralmente buenas, y de  que otras son moralmente malas).

No se sabe aún con seguridad si la consciencia es una capacidad cognitiva más que resulta de la complejidad neuronal o si es un fenómeno emergente de la interacción de todas las demás capacidades mentales. … Algunas investigaciones llevadas a cabo en el campo de la inteligencia artificial intentan aportar algo de luz en este tema, pero hasta la fecha no se ha conseguido reproducir artificialmente nada parecido a la consciencia.

Las opiniones de los expertos al respecto van desde la de los que sostienen que no podemos conocer científicamente qué es la consciencia (y que, por tanto, no podemos reproducirla artificialmente de ninguna manera) hasta la de  los que sostienen que la consciencia es consecuencia de una determinada actividad física en el cerebro que podría simularse a través de medios computacionales (y que, por tanto, podríamos reproducirla artificialmente si lográsemos dar con los algoritmos adecuados). …

La conciencia moral se va gestando a medida que vamos asumiendo como guías de nuestra conducta ciertos principios y normas morales. … Inicialmente, los principios y normas morales nos son impuestos, pero, posteriormente, muchos de estos principios y normas son asumidos de forma consciente y voluntaria (mientras que otros son rechazados); y, finalmente, puede, incluso, que lleguemos a crear nuestros propios principios y normas. …  Según los especialistas de la Ética, el desarrollo de la conciencia moral consiste en un proceso que nos va llevando desde lo que ellos llaman heteronomía moral hasta la autonomía moral. …

    Heteronomía moral. … Hablamos de heteronomía moral cuando las normas morales le son impuestas a la conciencia. … Una persona es heterónoma cuando actúa o decide según normas morales impuestas  por “otro”, no habiendo  reflexio-nado previamente sobre ellas. ... La actuación de una persona heterónoma viene dictada por: los instintos, la tradición o la autoridad (sea del tipo que sea: Dios,  personas concretas,  una mayoría…). …

Etimológicamente, la palabra “heteronomía” proviene de dos vocablos griegos: `hétero´ (otro) y `nomos´ (norma);  y significa  "recibir la norma de otro". …

    Autonomía moral. … Hablamos de autonomía moral cuando es la propia conciencia la que, racional y libremente, se crea sus propias normas morales. … Una persona es autónoma cuando actúa o decide según normas morales que ella misma se impone, habiendo reflexionado previamente y decidido sin coacciones. … La persona moralmente autónoma ha de procurar guiarse por aquellas normas morales por las que le gustaría que se rigiesen todas las demás personas. …

La palabra “autonomía  proviene, también, de dos vocablos griegos: `auto´  (uno mismo) y  `nomos´ (norma); y significa "darse la norma uno mismo".

Algunos autores suelen establecer tres niveles en el desarrollo de la conciencia moral (es decir, en el proceso que comienza en la heteronomía moral y culmina con la autonomía moral):

1.   Nivel preconvencional. … Es característico de la etapa infantil (aunque muchos adolescentes y un buen número de adultos persisten en él). … En este nivel se enfocan las cuestiones morales desde principios egoístas (por ejemplo, se tiene por `justo´ lo egoístamente apetecible;  y, si se respetan las normas, es, solo, por el premio o castigo que conlleva su cumplimiento o no). 

2.   Nivel convencional. … Es característico de la etapa adolescente (y es dominante en el pensamiento de la mayoría de los adultos). … En este nivel se enfocan las cuestiones morales desde principios sociales realistas (por ejemplo, se tiene por `justo´ lo socialmente establecido;  y, si se respetan las normas, es, sobre todo,  por complacer a los demás miembros del grupo de pertenencia o por miedo al “qué dirán”).   

3.   Nivel postconvencional. … Es característico de la etapa adulta (sin embargo, hay que señalar que, aunque algunas personas suelen acceder a este nivel al final de la adolescencia, sólo persistirá en él una minoría de adultos). … En este nivel se enfocan las cuestiones morales desde principios universales (por ejemplo, se tiene por `justo´ lo universalmente deseable; y, si se respetan las normas, es, simplemente, porque razonablemente consideramos que es nuestro deber respetarlas: porque sí). …

El nivel convencional de conciencia moral supone un progreso sobre el nivel preconvencional, pues al adoptar el punto de vista colectivo-social, se sitúa por encima de los intereses  egoístas-individuales. ...

El nivel postconvencional representa la forma más madura y autónoma de conciencia moral, pero pocos son los que llegan y permanecen en él (un 20%, aproximadamente). …

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