jueves, 26 de enero de 2023

1.8. Características específicas del ser humano

 

La información para que la materia se organice y dé origen a los individuos de las distintas especies, se encuentra en los llamados `códigos genéticos´ inscritos en el ácido desoxirribonucleico (abreviado como ADN). Este código es común en todos los seres vivos (aunque hay pequeñas variaciones), lo cual demuestra que ha tenido un origen único y es universal (al menos en el contexto de nuestro Planeta). … Cuanto más próximos entre sí se encuentren los individuos o especies en la escala evolutiva, menor será la diferencia entre sus códigos genéticos. Así, por ejemplo, la diferencia genética será menor entre hermanos que entre primos, y entre humanos y monos que entre humanos y gusanos. … Nuestros parientes más próximos en la escala evolutiva son los grandes monos antropoides (bonobos, chimpancés, gorilas, orangutanes), de algunos de los cuales solo nos diferenciamos genéticamente en torno a un 1% (aunque, ¡ojo!, según las últimas investigaciones, diferimos genéticamente entre un 4-5%).  Ahora bien, hay que decir que es, precisamente, esa pequeña diferencia a nivel genético la que ha dado lugar a la distinción específica del ser humano; distinción que se manifiesta claramente a nivel anatómico (y fisiológico), y mucho más a nivel psicológico. … (Para los biólogos constituye un serio rompecabezas el tratar de explicar de qué manera programas genéticos tan similares, como el de los humanos y el de los grandes monos antropoides, pueden generar especies tan diferentes.)

Pequeñas diferencias a nivel genético pueden conllevar modificaciones sustanciales tanto a nivel anatómico y fisiológico como a nivel psicológico: características anatómicas, como el color de la piel; características fisiológicas, como la hipertensión; y características psicológicas, como la personalidad tienen una  base genética. … Pero, ¡ojo!, los genes no son absolutamente determinantes en la conformación de nuestras características anatómicas, fisiológicas y psicológicas (sobre todo en las psicológicas): en la configuración de todas ellas  también juegan un papel muy importante los factores ambientales. …

Según la teoría evolutiva, las modificaciones genéticas se producen de forma gradual y continua en la dirección más favorable para la supervivencia de las especies, gracias al mecanismo de la selección natural. …  Pero, ¡ojo!, las características que acaban estableciéndose no son siempre las que resultan funcionalmente más eficaces a nivel individual, sino las que contribuyen de la mejor manera a la transmisión del material genético: la selección actúa a favor de los genes, no de los individuos que los portan.

A nivel anatómico, es evidente la diferencia entre un humano y un mono antropoide, pero podemos destacar, como más significativas, las dos siguientes:

1.   El bipedismo (sustentación sobre los dos pies): es la posición habitual del humano; mientras que el mono antropoide necesita apoyarse normalmente sobre los nudillos de sus manos. ..

2.   El volumen del cerebro: que puede alcanzar los 1500 cm3 en el humano; mientras que en el mono antropoide no suele superar los 500 cm3.

Los humanos y los grandes monos antropoides compartimos una serie de caracteres anatómicos y fisiológicos que nos hacen semejantes: carecemos de cola, poseemos ojos frontales, en las manos el dedo pulgar es oponible a los demás, la gestación dura alrededor de nueve meses y, normalmente, las hembras paren una sola cría, que durante un periodo de tiempo relativamente largo dependerá absolutamente de la madre, etc.

Pero la evolución ha alejado enormemente a la especie humana de las especies de los grandes monos antropoides, presentando respecto a estas una serie de diferencias anatómicas y fisiológicas fundamentales: la posición erecta bípeda, que le permite caminar apoyando solo las extremidades inferiores; la liberación de las manos de la función sustentadora, que le permite destinarlas a otras muchas y diversas funciones; la disminución del hocico y el desarrollo del mentón;  la disminución del vello corporal;  unos órganos de fonación, controlados de tal manera por su cerebro, que le permiten emitir una amplia variedad de sonidos; y, sobre todo, un mayor volumen craneal. …

A nivel psicológico, las diferencias se acentúan aún más, siendo de destacar fundamentalmente las dos siguientes:

1.   La inteligencia, que marca una diferencia cuantitativa entre el humano  y el animal: el humano es muchísimo más inteligente.

2.   La libertad, que marca una diferencia cualitativa entre el humano y el animal: sólo el humano es libre, en cuanto que sólo él ha conseguido liberarse de la “dictadura” de los instintos. …

A lo largo del proceso evolutivo se han producido dos grandes saltos cualitativos:

   1- Salto de la materia inerte a la materia viva: este salto viene marcado por la aparición de la célula;  tras una larga evolución química.

   2- Salto de la materia viva a la consciencia libre: este salto viene marcado por la aparición del ser humano; tras una larga evolución biológica.

 ¿Crees tú que habrá un tercer salto cualitativo? ¿Cuál?

 

 

 

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