miércoles, 25 de enero de 2023

2.7. La conformación de la personalidad individual

 En general, se suele entender por personalidad el elemento estable de la conducta de un individuo, su manera de ser habitual que le diferencia de los demás. … El ser humano no nace ya con una personalidad plenamente definida, sino que esta se va construyendo poco a poco, a través del proceso de culturización (o de socialización y humanización). … Los factores que determinan la personalidad son tres:

1.   La herencia biológica: cada persona tiene dos progenitores particulares (padre y madre), de los cuales recibe la dotación genética específica que determina sus potencialidades físicas y psicológicas. …

2.   La herencia cultural: cada persona vive inmersa en un medioambiente concreto (natural y artificial), del cual recibe  la dotación cultural específica que determina la actualización de sus potencialidades físicas y psicológicas

3.   La experiencia personal cada persona interacciona (individual y colec-tivamente) con otras personas y elementos de su medioambiente y, como fruto de esa interacción, adquiere los rasgos culturales que definen su particular personalidad (su ser físico y psicológico específicos). …  

No puede haber dos individuos absolutamente iguales desde el punto de vista de la persona-lidad, pues aunque ambos hayan nacido con la misma dotación genética (caso de los gemelos univitelinos) y aunque ambos estén expuestos a la influencia de un mismo entorno ambiental, es imposible que ambos tengan exactamente  las mismas interacciones en el seno de dicho entorno: cada uno de ellos va a tener sus propias experiencias, y esas experiencias  van a determinar que sus personalidades no sean del todo idénticas (aunque sean muy parecidas debido a los otros factores compartidos). …

…¡Ojo!: todos los seres humanos tenemos personalidad; eso sí, unos más que otros. … Así que, cuando en el lenguaje ordinario utilizamos expresiones como estas:Fulanito tiene mucha personalidad” o “Menganito no tiene personalidad”; lo que queremos significar es que Fulanito tiene las ideas muy claras y las defiende con mucha vehemencia, que no se deja manipular, que tiene mucha iniciativa, que es muy independiente y autónomo, etc.; mientras que Menganito, por el contrario,  no tiene las ideas tan claras y cambia de parecer fácilmente, se deja manipular, tiene poca iniciativa, es muy dependiente e influenciable, etc.  (Pero eso no implica que Menganito no tenga realmente personalidad: esos rasgos “negativos”, que le diferencian de Fulanito, constituyen precisamente su personalidad.)

En la configuración de la personalidad se han distinguido tradicionalmente dos niveles o subestructuras distintas:

1. El temperamento: que constituye la base natural de la personalidad. ... Es el conjunto de las potencialidades innatas. ... Es heredado genéticamente y, por tanto, difícilmente modificable. ... No somos responsables de nuestro temperamento, pues nosotros no lo hemos elegido (es una imposición de la naturaleza). ...

2.  El carácter: que constituye la base cultural de la personalidad. … Es el conjunto de hábitos adquiridos socialmente. ... Es fruto de la experiencia y, por tanto, puede ser modificado fácilmente (con nuevas experiencias). ... En cierto grado, somos responsables directos de nuestro carácter, pues en cierta medida sí podemos elegirlo (es una adquisición cultural).  ...

…¡Ojo!: el carácter puede ser modificado con cierta facilidad; el temperamento es más difícil de modificar (en muchos casos, puede que imposible): … ¿Es quizás por eso, que la educación fracasa con ciertos individuos? … ¿Cuál sería,  según tú, la solución para corregir determinados rasgos negativos de personalidad, como la insociabilidad o la agresividad?

…¡Ojo!: temperamento y carácter son fácilmente distinguibles durante la niñez, pero en la edad adulta es muy difícil distinguir los rasgos temperamentales y los rasgos caracteriales, por lo que es preferible  englobarlos a ambos y  hablar únicamente de  personalidad. ….

Aunque cada individuo tiene su propia personalidad, todos los que pertenecen a un mismo grupo social o cultural comparten una serie de rasgos que constituyen lo que los sociólogos llaman “personalidad básica”. …  De alguna manera, cada sociedad intenta socializar a sus miembros para que se acerquen lo más posible a su tipo de “personalidad básica”. … Entre los rasgos principales que tiene la “personalidad básica” de nuestro entorno cultural podemos citar los siguientes:

·      Desde el punto de vista social: ser amable y solidario, simpático y optimista.

·     Desde el punto de vista laboral: ser responsable y eficiente, práctico y com-petitivo. …

Ciertos rasgos de la personalidad, que pueden ser socialmente aceptables, llevados al extremo pueden contribuir a desarrollar algún tipo de trastorno psicológico y/o resultar muy perjudiciales en el entorno laboral: lo malo es que muchas veces no somos conscientes del alto grado de intensidad con que se manifiesta un determinado rasgo de nuestra personalidad, por lo que los estragos son inevitables.

Once de estos rasgos fueron identificados hace un par de décadas por dos psicólogos estadouni-denses (dos autoridades internacionales en evaluación de personalidad, creadores de la teoría socioanalítica); son estos: atrevido, precavido, dicharachero, diligente, complaciente, irascible, imaginativo, ocioso, malicioso, reservado y escéptico. … Según estos psicólogos, cualquiera de estos rasgos, aunque aparentemente alguno resulte positivo, si está muy agudizado,  puede perjudicar el desempeño de nuestra actividad laboral. Por tanto, si eres demasiado “…” [Inserta en los puntos suspensivos uno cualquiera de los 11 rasgos citados anteriormente.], debes estar atento a las señales para evitar que se vuelva contra ti.

…¡Ojo!: según algunas investigaciones, la mayoría de las personas muestran al menos tres de estos rasgos y aproximadamente el 40% puntúa lo suficientemente alto en uno o dos de ellos. … Ante esta constatación, muy posiblemente te estarás preguntando: “¿Qué puedo hacer?” … La clave está en cómo de marcados o importantes sean en tu personalidad, y en si te están generando algún tipo de problema en el desempeño de tu vida en el día a día. … Pero incluso en ese caso, también hay esperanza. Eso sí, no hay que eliminar los rasgos perturbadores, sino procurar administrarlos y controlarlos: y es que, la falta total de estos rasgos también puede ser perjudicial. …

 

 

 

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