martes, 17 de enero de 2023

10.1. La dimensión socio-política del ser humano

 El ser humano es esencial y constitutivamente social porque la humanidad solo se adquiere conviviendo en una sociedad humana (“Nos hacemos humanos conviviendo con humanos”). … El ser humano es un ser social por naturaleza y por necesidad: por naturaleza porque el ser humano está genéticamente determinado para tender a relacionarse con otros seres humanos; por necesidad porque el ser humano no podría vivir “humanamente”  aislado de la sociedad humana.

Entre el individuo humano y la sociedad humana hay una relación intrínseca: allí donde encontremos un ser humano lo hallaremos viviendo en sociedad con otros seres humanos. ... Como sostenía aquel gran filósofo de la antigüedad (siglo -IV): si intentamos imaginarnos un individuo viviendo aislado de la sociedad humana, solamente podremos representárnoslo como un dios o como una bestia, pero no como un ser humano. (Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios; pero no un ser humano.”) 

La sociabilidad constituye, así, otra característica específica del ser humano; de ahí que debamos calificarlo también como “ser social” (“Homo sociológicus”); además de como “ser racional”, “ser técnico”,  ser moral” y “ser estético”. …

La sociabilidad es una característica específica del ser humano, pero también es una característica que poseen otros muchos animales como las hormigas, las abejas, los elefantes, los lobos, los chimpancés, las ballenas, etc., los cuales nacen y crecen dentro de un grupo sin el que no podrían sobrevivir. … Ahora bien, hay que señalar que hay una diferencia importante entre la sociedad humana y esa sociedad  animal. Cierto que, tanto los seres humanos como esos animales, son seres sociales por naturaleza y por necesidad, pero el tipo de relaciones sociales que se establecen en cada caso tiene un origen muy diferente: las relaciones sociales de esos animales están absolutamente determinadas por la naturaleza (son puramente instintivas); las relaciones sociales de los humanos, en cambio, no proceden solo de la naturaleza, sino que, en la mayoría de los casos (y en base a su libertad), son creadas en el contexto de la evolución cultural de cada grupo humano. … Pues bien, la actividad cultural del ser humano encaminada a fijar el tipo de relaciones que deben establecerse entre los miembros de la sociedad es lo que se conoce como actividad política; y este hecho es lo que marca la diferencia fundamental entre la sociedad animal y la sociedad humana: la sociedad animal tiene una dimensión constitutiva esencialmente natural, mientras que la sociedad humana tiene, además, una dimensión constitutiva cultural (política).

El humano y muchos animales son sociales por naturaleza, pero solo el humano es, además, político; de ahí que aquel gran filósofo de la antigüedad (siglo -IV) definiese al ser humano como zoon politikón (animal político). …

La vida en sociedad genera fricciones, conflictos de intereses, problemas de diversa índole. Por ello, las sociedades necesitan regulaciones (reglas, normas, leyes, principios, valores) que alivien las dificultades inherentes a toda convivencia y que aseguren una coexistencia armoniosa donde prevalezcan valores como la justicia, el respeto, la tolerancia y la solidaridad. … La creación de todo este sistema de normas para regular y organizar la convivencia supone la creación de formas de organización de la vida en sociedad, proyectos en los que todo ser humano tiene el deber de participar. … 

La política debe ser entendida como la actividad participativa y racional de los individuos humanos en la organización de la convivencia social. … Con ello, se subraya que no es una actividad reservada únicamente a los gobernantes y políticos de oficio, ni siquiera a las minorías que conforman las vanguardias de las revoluciones o las élites y categorías dirigentes, sino que es una actividad que puede (y debe) ser ejercida por todos los individuos en la medida de sus posibilidades. …

Las sociedades humanas no son manadas ni rebaños de individuos a los que se puede manipular con facilidad para que obedezcan ciegamente a unos líderes: los individuos humanos necesitan vivir insertados en el organismo social; pero, a la vez, anhelan participar activamente en su construc-ción. … Organizar políticamente la sociedad es para el humano tanto una necesidad natural como un ideal cultural. …

 

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