martes, 24 de enero de 2023

4.10. Pensamiento, realidad y lenguaje

 

Los elementos básicos de nuestros pensamientos y conocimientos son, fundamentalmente, los conceptos (pues, aunque en la percepción de la realidad sean los perceptos los elementos básicos, el reconocimiento perceptual solo es posible a la luz de los conceptos). … Pues  bien, los conceptos se hallan registrados en una lengua concreta, es decir, en las palabras (o términos) que componen el vocabulario de dicha lengua. … Ahora bien, los conceptos no son exactamente los mismos en todas las lenguas, sino que difieren de una a otra, tanto más cuanto mayor es la distancia cultural entre las mismas. …  Según esto, aprender una determinada lengua implica acceder a una particular red de conceptos, o lo que es lo mismo, a una particular cosmovisión de la realidad:

Para poner de manifiesto la diversidad conceptual de las distintas lenguas, basta con que reparemos en la dificultad de traducir contenidos de una lengua a otra. Y es que, muchos de los conceptos de una lengua no tienen sus correspondientes en la otra  (y, por consiguiente, tampoco existen las palabras con las que se los designa). …

Las diferencias conceptuales entre las distintas lenguas han dado lugar a una posición que se conoce como relativismo lingüístico. ... De acuerdo con el relativismo lingüístico, el modo en que un individuo piensa la realidad  depende de la lengua que habla, es relativo a ésta (o sea, la lengua que hablamos determina nuestro pensamiento). … El relativismo lingüístico invierte así nuestra visión espontánea de la relación entre el pensamiento y el lenguaje: no “hablamos como pensamos”, sino que “pensamos como hablamos”.

Espontáneamente creemos que “hablamos como pensamos”, es decir, que “hablamos de esta manera porque pensamos de esta manera”. … El relativismo lingüístico sostiene lo contrario:pensamos como hablamos”, es decir,  que  pensamos de esta manera porque hablamos de esta manera”. …

El relativismo lingüístico resulta, sin embargo, una hipótesis exagerada (y por tanto, rechazable) si se pretende llevar al extremo de afirmar que los hablantes de una lengua están definitivamente incapacitados para conceptualizar la realidad como lo hacen los hablantes de otras lenguas. … Cualquiera de nosotros, si entráramos en contacto suficiente con los hablantes de otra lengua y con su cultura, llegaríamos a captar su particular manera de percibir y de concebir e interpretar la realidad. …

Y es que, se ha constatado que,  si los hablantes de una lengua no han creado los conceptos (y las palabras correspondientes) a los de otra lengua, es porque no han tenido necesidad de ello.  … Es la necesidad la que crea, primero el concepto, y luego la palabra. Por tanto, si en un sentido es cierto que pensamos como hablamos, en otro sentido es igualmente cierto que hablamos como pensamos.

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