1. NO-CREENCIA: cuando no se tiene ninguna seguridad sobre la verdad o
falsedad de un enunciado y, por tanto, se
duda entre lo uno y lo otro. … Se
duda en dos circunstancias:
(1)
Cuando se tienen tantas razones para creer en la verdad como en la falsedad (“duda
positiva”). …
(2)
Cuando no se tienen razones
suficientes ni para creer en la verdad ni para creer en la falsedad (“duda
negativa”). …
…La duda supone (o debería suponer)
el no pronunciamiento sobre
la verdad o la falsedad de un enunciado:
si dudas, abstente de opinar
(¡Cállate, capullo!). …
2. CREENCIA DÉBIL: cuando se tiene cierta seguridad sobre la verdad o falsedad de un enunciado y, por
tanto, se opina a favor de lo uno o
de lo otro. … Se opina en dos
circunstancias:
(1)
Cuando se tienen más razones para creer en la verdad que en la falsedad (“opinión
positiva”). …
(2)
Cuando se tienen más razones para creer en la falsedad que en la verdad (“opinión
negativa”). …
…La creencia débil supone el pronunciamiento
sobre la verdad o falsedad de un enunciado, pero con temor a equivocarse, es decir, considerando esa verdad o
falsedad solo como meramente probables.
3. CREENCIA FUERTE: cuando se tiene plena seguridad sobre la verdad o falsedad de un enunciado y, por
tanto, se tiene la certeza de lo uno o de lo otro. … Se cree estar absolutamente en lo cierto en dos circunstancias:
(1) Cuando solo se tienen razones para
creer en la verdad (“creencia positiva”). …
(2) Cuando solo se tienen razones para
creer en la falsedad (“creencia negativa”).
…La creencia fuerte supone el pronunciamiento
sobre la verdad o falsedad de un enunciado sin temor a equivocarse, es
decir, considerando esa verdad o falsedad como absolutamente necesarias (o indudables). …
…DUDA, OPINIÓN y CERTEZA son los tres estados de la mente
respecto a la veracidad del conocimiento. … Ahora bien, la certeza es su estado
perfecto, el fin hacia el que tiende en todo momento. … Debemos advertir, no
obstantes, sobre el hecho de que algunas
certezas pueden ser erróneas: el entendimiento asiente a un enunciado sin
temor a equivocarse pero, en realidad, se equivoca; lo que es peor que mantenerse
en la duda y no asentir o tomar una verdad como mera opinión.
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