viernes, 20 de enero de 2023

8.2. La dimensión moral del ser humano

 El ser humano es constitutivamente un ser moral, es decir, somos morales por naturaleza. De ahí, que podamos calificar esencialmente al ser humano, además de como ser racional (“Homo sapiens”) y ser técnico (“Homo faber”),  como  ser moral (“Homo moralis”).

Pero, ¿qué es la moral? … La moral es la predisposición natural del ser humano a dirigir su comportamiento de acuerdo con el conjunto de valores, ideales y normas que considera “buenos”, y, en base a los cuales, juzga como buenas o malas, correctas o incorrectas, ciertas formas de ser y hacer.  … A este respecto, lo primero que tenemos que dejar claro es que no todos los seres y acciones son morales: sólo los seres humanos son seres morales, y sólo deben ser consideradas acciones morales aquellas acciones humanas que reúnen estas cuatro características:

1.   Son conscientes: el agente ha de saber lo que está haciendo. … Así, por ejemplo,  si alguien salva la vida de una persona sin saber que estaba haciendo tal cosa, no estará actuando moralmente. …

2.   Son libres: el agente ha de poder elegir hacerlas o no hacerlas; no debe estar obligado por nadie ni por  nada. …

3.   Tienen consecuencias benefactoras sobre las personas (y/o su medio ambiente): las acciones han de tener repercusiones prácticas que beneficien directa o indirectamente a la humanidad, bien en la propia persona bien en la de los demás. … *[En caso contrario, si las acciones tienen consecuencias perjudiciales, son acciones inmorales.] …

4.   Son realizadas con una clara intencionalidad benefactora: el agente ha de realizarlas con la finalidad de beneficiar a alguien o a algo.  … *[En caso contrario, si las realiza con la intención de perjudicar o dañar, son acciones inmorales.] …

Y ¿por qué el ser humano es el único ser moral? … Pues porque es  el único ser libre; y, por tanto, es el único ser responsable, en última instancia, de lo que es y hace (bien es cierto que  los instintos condicionan, en mayor o en menor medida, su existencia, pero no la determinan totalmente como ocurre en el animal). Por eso, el ser humano es el único al que se le puede exigir que justifique racionalmente sus acciones (lógicamente, no se nos ocurriría pedir a ningún otro animal que justifique sus actos). … Las características que hacen del ser humano el único ser moral son estas cuatro:

1.   Ser capaz de imaginar distintas posibilidades de actuación y de evaluar sus consecuencias.

2.   Ser capaz de elegir libremente, entre todas las posibilidades, la que cree más conveniente.

3.   Ser capaz de asumir responsablemente las consecuencias de sus actos. …

4.   Ser capaz de justificar racionalmente sus actos. …

Y ¿cómo hemos llegado a ser seres morales? … La dimensión moral del ser humano es, originariamente, un producto más de la evolución biológica (como todo lo humano). Dicha  dimensión se fue gestando evolutivamente en sincronía con las demás dimensiones específicas de la humanidad (dimensión técnica, dimensión racional, etc.) …

...Las raíces constitutivas de la dimensión moral surgieron (al igual que las dimensiones técnica y racional) cuando nuestros remotos antepasados se vieron obligados a  abandonar la vida arborícola: al tener que desplazarse sobre el suelo, adoptando una postura bípeda (que era la más ventajosa de cara a la supervivencia), se produjeron una serie de cambios anatómicos y morfológicos, que conllevaron un progresivo desarrollo del volumen cerebral y, consecuentemente, de la  inteligencia.

Esta incipiente inteligencia, unida al fuerte instinto de conservación animal (comer y no ser comido) llevó al desvalido humano primitivo a desarrollar una intensa actividad técnica, es decir, a la elaboración de instrumentos (utensilios, armas) con los que procurarse el alimento y defenderse de sus enemigos.

La actividad técnica contribuyó al aumento de la inteligencia y, viceversa, el aumento de la inteligencia contribuyó al desarrollo de la habilidad técnica;  por eso  somos,  a la vez, seres técnicos (“Homo faber”) y seres racionales (“Homo sapiens”). 

Simultáneamente, el constante aumento de la inteligencia fue restando protagonismo a los instintos animales, hasta convertir al ser humano en el único animal libre de la determinación instintiva.  La inteligencia nos hace libres; y,  la libertad es la causa directa de la moral (sin libertad no hay moral).

En concreto, la moral tiene su origen en el momento en que el ser humano toma consciencia de que, en base a su libertad, no da lo mismo hacer una cosa que otra, y de que, haga lo que haga, tendrá que responder de ello ante los demás y/o ante su propia conciencia. …

 

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